
Aprende a amar
El amor es universal. Es como el Sol, que sale para todos. Cuando te abres al amor, descubres que todo el mundo merece ser feliz y amas por igual a todos y a todo.
No se puede construir un templo fuerte sin una cimentación sólida. No se puede construir el nuevo cielo y la nueva tierra sin amor, amor entre vosotros.
El Universo no responde a la inercia. Cuando dejas de actuar es imposible avanzar en tu camino de desarrollo personal. En cambio, cuando abandonas el piloto automático y te vuelves consciente de la realidad, puedes actuar sobre ti mismo y, solo entonces, puedes cambiar tu vida.
El amor comienza por las pequeñas cosas de la vida y se extiende desde ella. Siembra semillas de amor allá donde vayas, y mira cómo crecen, florecen y dan fruto. Incluso esas semillas de amor que han sido plantadas en los corazones más duros comenzarán a crecer al final; quizás les cueste germinar, pero si se les cuida con atención y cariño, no pueden dejar de crecer.
Por eso, que nadie te parezca un caso desesperado; sencillamente, vierte amor sin cesar y no endurezcas tu corazón. Deja de intentar justificarte a ti o a tus actos. Deja de echar la culpa a la otra persona. Busca en tu propio corazón, resuelve lo que haya que resolver en tu interior, y encuentra la paz perfecta de corazón y mente. De ese modo puedes dirigirte a cualquier parte con verdadera dicha y libertad, irradiando cada vez más amor. Nunca puede haber demasiado amor. Haz que fluya libremente.
“El amor es la alegría de los buenos, la reflexión de los sabios y el asombro de los incrédulos”
Platón.
Texto extraído de los libros: “7 herramientas del AMOR”– Daniel Gabarró y Nieves Machín – y “La Voz Interior” – Eileen Caddy
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