
Serie Asanas – Trikonāsana
Trikonāsana (tri = tres / kona = ángulo / āsana = postura), se traduce como «postura del triángulo», el nombre hace referencia a la figura triangular que puede verse representada en la postura.
Para realizar la asana tendremos las piernas abiertas y las rodillas extendidas. Un pie abierto 90º. El otro pie cerrado hacia los 45º. El tronco inclinado y proyectado hacia el lado del pie abierto. Tendremos los brazos abiertos, alineados verticalmente, la mano inferior apoyada sobre el pie o a su lado y la cabeza girada, con la mirada dirigida hacia arriba.
En la Pierna delantera tendremos la rodilla en extensión. La pelvis en inclinación lateral externa, con una mínima flexión con rotación interna. En el caso de la pierna posterior la rodilla la tendremos en extensión y la pelvis en inclinación lateral interna con una mínima flexión y rotación externa.
El tronco lo tendremos con la columna vertebral erguida horizontalmente en inclinación lateral y una mínima flexión con rotación frente a la pelvis. Los brazos lo pondremos en abducción. Escápulas retraídas. Codos extendidos. Destaca el esfuerzo del trapecio, romboides y deltoides del brazo superior. La cabeza con el cuello en rotación. Se refuerza el esternocleidomastoideo inferior para dirigir la mirada hacia arriba.
Beneficios
Es un ejercicio muy completo, combinándose el estiramiento de unas partes del cuerpo con el refuerzo de otras, realizando un estiramiento de isquiotibiales, este es el efecto más destacado de la postura.
Mantener un brazo elevado en cruz exige un gran esfuerzo de los músculos abductores de hombro. Se refuerza el cuello, son pocas las posturas de yoga que demandan tanto esfuerzo sobre los laterales del cuello. Esto favorece el equilibrio de tensiones sobre la columna cervical para sostener la cabeza en alto. La postura pone a prueba nuestro equilibrio, cultivando el enraizamiento y la concentración.
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